ENVIDIA SANA

Ella nunca tuvo envidia de nada ni de nadie. Siempre fue feliz con lo que tenia. Le hubiera gustado ser algo más, porque la superación es algo que nunca debe faltar, pero no lo envidió. Lo que no pudo tener lo guardó, sin quererlo, en sus pensamientos y sueños.

Pero confesó que en un momento, quizás en muchos momentos, sí la invadió este sentimiento. La invadía cuando, al ponerse ,a leer algún libro o revista, veía como había personas que con solo coger un lápiz y un folio podían plasmar en él todo lo que sentían y toda su imaginación, de manera clara como si estuvieran hablando.

No sabia si se nacía escritor o se hacían con la practica, si esto segundo fuera posible ella daría lo que fuera por ser escritora.

Escribir y sentir que te leen y que eso que tu transmites llega a alguien y ademas les ayuda, es maravilloso.

Sentía coraje como en ocasiones no había podido con palabras expresar sus razones y sentimientos pero en cambio, con su pensamiento, y en su interior, le salían discursos y argumentos que si hubiera podido instalar en su mente un micrófono y grabar lo que pensaba hubiera podido exteriorizar y aclarar muchas cosas y haber salvado muchos obstáculos.

Existen, personas que van oyendo su interior como alguien que le esta dictando y con sus dedos abrazan una pluma y van dejando caer encima del blanco folio todo lo que van oyendo y viendo en su imaginación, como si fueran espectadores de una película.

No creo que haya otra fórmula de ser escritor que el de “Saber escribir con la misma rapidez con que habla el corazón”.