Bendita imaginación. Benditos bellos recuerdos, el día que me faltéis moriré.
Corazón mio, ten siempre esos momentos de felicidad latiendo dentro de mí, que vayan muriendo poco a poco esa parte de ti donde guardas los malos momentos y mantén latentes, hasta el final de mis días, esos otros donde fui feliz, para que mi vida pueda con ilusión llegar a su meta final y a pesar de ello, allí seguir soñando corazón.
Muy bonito el poema.
ResponderEliminarQue seria de nosotros sin los recuerdos y los sueños.
Los recuerdos felices son el alimento de nuestra vida, muchas veces nos dicen que hay que vivir el hoy, ni el mañana ni el ayer. A mí el mañana me da igual, pero si no fuera por los recuerdos felices del ayer, seria aún más difícil el continuar.
Y tienes razón en que los recuerdos cuando son tan especiales se guardan en un sitio muy particular del corazón y no queremos que nunca, nunca se pierdan.
Otro abrazo hermana mía.
Hay que alimentar la vida con esos recuerdos que nos sostienen. Tienes mucha razón y saber que hubo felicidad en ellos nos consuela. Un abrazo con todo el cariño de una hermana.
ResponderEliminarMaricarmen, si no fuera por la imaginación que nos hace evadirnos de lo cotidiano, seria mas difícil el día a día ¿no crees? Recibe un fuerte abrazo.
ResponderEliminar